Una mujer que trabaja como limpiadora en la Real Academia Española (RAE) y un neurocientífico coinciden cuando, por accidente, cae sobre ella una estantería plagada de tratados de gramática. Desde ese momento, la accidentada limpiadora comienza a expresarse con una corrección y erudición académicas que le generan serios problemas. Acude entonces a un terapeuta, el neurocientífico.
Así comienza la trama de La gramática, el espectáculo protagonizado por María Adánez y José Troncoso que llega al Teatro García Barbón Afundación, este jueves 30 de enero (20.30 horas). La obra es la segunda de las programadas en el marco de la Temporada de Abonos de teatro de la Obra Social de Abanca en Vigo. Las personas que no disponen de abonos también pueden asistir. Las últimas entradas están disponibles en Ataquilla.com.
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Temporada de Abonos del Teatro
La Temporada de Abonos del Teatro Afundación está integrada, en la primera mitad del año, por un total de 7 espectáculos.
Entre los meses de febrero y mayo, el público vigués podrá asistir a 4 obras teatrales protagonizadas por mujeres o que ponen sobre las tablas historias con visión de mujer:
- La reina de la belleza de Leenane, protagonizada por María Galiana (20 de febrero)
- el monólogo Una madre de película, con Toni Acosta (9 de marzo)
- la adaptación teatral de La regenta propuesta por la directora Helena Pimenta (10 de abril) y
- Malditos tacones, dirigida por Alfredo Amestoy (29 de mayo)
- Completa la programación la satírica visión de la vida de Juan Carlos I y de los últimos 50 años de España que Els Joglars plantean en El rey que fue (5 de junio)
Parábola distópica
Asegura el autor del texto y director de La gramática, Ernesto Caballero, que la obra «tiene algo de parábola distópica y mucho de comedia vitriólica sobre los límites del lenguaje, esos mismos que, según Wittgenstein, coinciden con los límites de nuestro mundo». Caballero, uno de los más laureados dramaturgos españoles de las últimas décadas, convierte en la ficción un personaje, el de la limpiadora, que tiene unas capacidades de expresión muy limitadas, en un ejemplo de sabiduría y manejo del idioma.
Todo por obra y gracia del accidente que sufre con la estantería mientras limpia en la RAE. Y a partir de ahí incluso genera interrogantes sobre si una corrección sintáctica impecable puede resultar ofensiva. También aprovecha, el autor, para invitar al público a la reflexión sobre los motivos, e incluso algunas de las culpas y culpables, de lo que considera el empobrecimiento del lenguaje.
El espectáculo, en el que el neurocientífico tratará de deconstruir las capacidades lingüísticas adquiridas accidentalmente por la limpiadora, llega a Vigo apenas dos meses después de su estreno en Madrid. Lo avalan excelentes críticas y una muy buena acogida, también, por parte del público.
