Así lo ha desvelado un equipo de científicos de la Universidad de Toronto y la Universidad Hebrea de Jerusalén quienes han identificado la evidencia más antigua conocida del uso del fuego. Las trazas microscópicas de ceniza de madera, junto con huesos de animales y herramientas de piedra, fueron encontrados en una capa de hace un millón de años, en la Cueva Wonderwerk, en Sudáfrica. Este hallazgo, publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, determina que los ancestros del ser humano usaban el fuego 30.000 años antes de lo que se pensaba.
La Cueva Wonderwerk, donde se produjo el hallazgo, está situada cerca del borde del desierto de Kalahari, donde ya había realizado excavaciones Peter Beaumont y había descubierto un extenso registro de ocupación humana.
Ahora, los científicos están haciendo un análisis detallado del material de la excavación de Beaumont y el análisis de los sedimentos ha revelado restos de plantas incineradas y fragmentos de huesos quemados. Los investigadores también encontraron amplias pruebas de decoloración de la superficie, lo cual es típico de la quema.