Bueno, no es una sorpresa. Hace tiempo que se habla de la quiebra del sistema de pensiones y, aunque sin emplear estas palabras, el Fondo Monetario Internacional (FMI), ese organismo que no vio venir la crisis y que no ha recomendado una sola medida que haya funcionado para salir de ella, dice que es urgente recortar las pensiones de los jubilados, sea el que sea el tiempo que hayan trabajado o la cantidad que hayan cotizado en todos esos años.
El Fondo Monetario, que no habla ni de perseguir el fraude fiscal, luchar contra la corrupción, no propone medidas para crear empleo y se abstiene de indicar que con el dinero que se ha destinado a sanear los bancos podrían pagarse las pensiones de los europeos hasta mitad del siglo que viene, sí dice que el envejecimiento de la población supone un riesgo financiero. No proyecta bolsas de pobreza, menos aún comenta que este mismo sistema público ha soportado, en este siglo, un aumento de la longevidad o un crecimiento poblacional que no se repetirán en los próximos 100 años, sino de eso, ‘riesgo financiero’ que podrá combatirse aumentando la edad de jubilación, recortando las pensiones públicas y contratando planes de pensiones privados. O, lo que es lo mismo, trabajar más, cobrar menos, aceptar un recorte en todas las prestaciones, desde la sanidad al retiro y, encima, beneficiar a los bancos.
Esta institución, a la que España aporta 9.800 millones de euros anuales (más de billón y medio de las desaparecidas pesetas), dirigida por Christine Lagarde subraya que retrasar la edad de jubilación prolonga el período de acumulación de recursos jubilatorios y, añade sin sonrojarse, “acorta el período de uso de los mismos”, que es como decir, trabaja más años y, cuando dejes de ser productivo, muérete pronto.
Y para contarnos esto, ha hecho un estudio en el que se concluye: primero, que si el promedio de vida para 2050 aumentara tres años más de lo que se espera actualmente, “los costes del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50%”, y deja claro que no le interesa un pimiento la calidad de vida de los ancianos, sino el riesgo financiero para “ las entidades que ofrecen prestaciones definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social”.
Segundo, que quienes de verdad han hecho buenas proyecciones demográficas son las entidades privadas y que es a ellas a quienes tenemos que darles, al margen de lo que ya nos retiene el Estado, parte de nuestros ahorros fiándonos de que 40 años más tarde vayan a pagarnos…a lo mejor habría que recordarle al Fondo Monetario el caso de esas entidades financieras privadas, tan solventes, tan diligentes en sus proyecciones, que no quieren devolver más de 1.000 millones de euros, y eso sólo en Galicia, a los clientes que confiaron en ellas e invirtieron, como les aconsejaron, en participaciones preferentes. Señora Lagarde ¿se ha enterado que a estas personas no les han devuelto su dinero que, encima han dejado de pagarles intereses por el y que la única solución que le dan, esos tan bien preparados dirigentes bancarios, para recuperar su dinero, su propio dinero, es pedir un préstamo?…una cosita, ¿para entrar en eso del Fondo Monetario qué cuenta más, hablar inglés o tener la cara más dura que la Esfinge?