Fue un 20 de octubre de 2011 cuando, a eso de los 19:00 horas, saltó una de las noticias más deseadas en nuestro país. La banda terrorista ETA anunciaba públicamente el cese definitivo de la actividad armada, después de 857 asesinatos perpetrados en sus 50 años de historia.
Será mañana, viernes, día 20, cuando se cumplan esos 6 primeros meses sin ETA y, afortundamente, a día de hoy, han cumplido su palabra. Eso sí, mientras que los asesinatos y las extorsiones habrían parado, no podemos decir lo mismo en cuanto a algunos episodios puntuales de violencia callejera en Euskadi.
Tras las pasadas elecciones generales del 20N, la izquierda abertzale regresó al Congreso de los diputados con 7 diputados de la formación Amaiur. El Gobierno de Mariano Rajoy siempre se ha mostrado reacio a mantener contactos con los representantes de la izquierda aberztale y los populares siguen defendiendo a ultranza la necesidad de que ETA dé un paso más, entregue las armas y se disuelva.
Durante este medio año de cese de la actividad armada, desde la izquierda abertzale se ha insistido en numerosas ocasiones en la importancia de que el Estado reconozca no sólo a las víctimas de ETA, sino también a las bajas en la propia banda criminal. Esto ha enfrentado muy mucho a las víctimas del terrorismo que consideran que las muertes no pueden colocarse al mismo nivel.