La reforma sanitaria que publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) refleja que el copago comienza a implantarse y la cosa va en serio. Uno de los cambios que más nos ha llamado la atención es que los pacientes que tienen que recibir sesiones de quimioterapia o diálisis, si utilizan la ambulancia para desplazarse a los centros hospitalarios, tendrán que pagar parte de los gastos que se originen.
En realidad, pagará cualquier paciente que necesite una ambulancia y esté considerado como un servicio no urgente.
Lo mismo les pasará a los que requieran de una prótesis que también tendrán que costear una parte de su valor Y es que, según específica el nuevo Real Decreto, a partir de ahora estos productos o actividades pasan a ser “servicios accesorios” sujetos al copago.
Los recortes sanitarios con los que el Gobierno de Mariano Rajoy pretende ahorrarse 7.000 millones de euros dejan la puerta abierta a que las medicinas más baratas directamente queden fuera de la financiación pública y tengamos que pagarlas íntegramente.