No hablamos del objetivo de déficit para este año fijado en 5,3 %, que cuenta con el visto bueno de Bruselas, y al que llegaremos gracias a los Presupuesto Generales del Estado (PGE), de ése parece que no nos salva nadie. Nos referimos al previsto para 2013 y que podría aplazarse hasta 2014.
Al menos, esto es lo que ha dejado caer hoy el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que no ha descartado dar una especie de prórroga de un año a España para llegar a ese déficit del 3%.
Se llevaría a cabo, siempre y cuando España resuelva los actuales problemas del sector financiero y controla, además, el gasto de las comunidades autonómas.
Por de pronto, sobre la reforma financiera que acometerá el Gobierno de Mariano Rajoy algo sabremos este viernes, tras el Consejo de Ministros, según anunció ayer el propio presidente.
