Aunque sólo se trata de enmiendas de carácter técnico e interpretativas, lo cierto es que el PP ha decidio aceptar alguna que otra aportación llegada desde el PSOE, PNV, CiU e IU.
Esos cambios, que están siendo debatidos esta mañana en la Comisión de Empleo del Congreso, no suponen alteraciones relevantes en el texto de la nueva reforma laboral, que entró en vigor el pasado mes de febrero.
Esos ‘pequeños’ cambios son, por ejemplo, que una vez finalizados los convenios colectivos se prolonguen sólo un año y no dos, o que cuando se aleguen despidos por causa económica de la empresa, estos tienen que estar mejor fundamentados, las pérdidas tendrán que compararse al mismo período del año pasado.
También se incluirá que las enfermedades graves no sean causa de absentismo laboral y, por tanto, que no pueda despedirse a la persona que la padezca.
Una vez que concluya este nuevo trámite de la reforma laboral, el documento será enviado al Senado con lo que se prevé que estos cambios aportados entren en vigor ya en junio.
Y mientras la reforma laboral sigue su curso, en toda España se siguen llevando a cabo protestas en contra de la misma. UGT y CCOO están protagonizando movilizaciones de noche y de día contra lo que consideran un atentado frontal a todos los derechos laborales adquiridos desde que instauró la democracia.