Esa es la decisión que ha tomado la dirección socialista en su última reunión en la que se ordenó al responsable de política municipal que ponga en marcha esta iniciativa en todos los plenos en los que participen representantes del PSOE.
Para ello, los concejales socialistas dispondrán de un documento modelo en el que se justifica esta iniciativa, empezando por un sistema fiscal justo en el que “todos los ciudadanos e instituciones contribuyan al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica”.
A día de hoy, la Iglesia Católica está exenta de tributar por el IBI a raíz del Concordato con la Santa Sede (1979), y las confesiones judía, protestante y musulmana también lo están a través de los respectivos Acuerdos de Cooperación (1992) acuerdos, ambos, que el PSOE no cuestionó, renegoció o denunció, ni durante los años de gobierno de Felipe González (1982-1996), ni en los de Zapatero (2004-2011). Tampoco reformó esos años la Ley de Haciendas Locales, que señala que estos beneficios se aplican a templos y lugares de culto, dependencias o edificios anejos destinados a la actividad pastoral o asistencia religiosa, locales destinados a oficinas, casas y conventos de órdenes y congregaciones religiosas.