Así lo han comprobado científicos estadounidenses en atunes capturados en las costas de California. El atún desova en las costas de Japón y llega hasta las aguas de los Estados Unidos por el Océano Pacífico, donde han sido detectados 15 ejemplares, capturados después del accidente de Fukushima, en los que se han detectado bajos niveles de cesio radiactivo.
Lo llamativo, es que los científicos no esperaban encontrar cesio en estos ejempleres, puesto que habían nacido un año antes del desastre de la planta nuclear, por lo que estiman que los que hayan nacido en este año sí podrían aportar más pruebas, porque han estado nadando en aguas contaminadas todas su vida. Antes del accidente, no se registraron trazas de cesio-134 en los ejemplares de atún que llegaban a las costas norteamericanas.