Lamentablemente, un año más la romería de El Rocío va ligada también a la muerte de caballos. En concreto, en la que acaba de finalizar han fallecido al menos once ejemplares.
Los servicios de Veterinaria de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente que se encargaron del refrendo de las Guías de Origen y Sanidad Pecuaria preceptivas para el regreso de los animales a sus lugares de origen, certificaron el fallecimiento de once equinos, un número superior al del pasado año, cuando se contabilizaron nueve caballos muertos.
La historia se repite año tras año. Algunos jinetes inhumanos no se preocupan todo lo que deberían de sus caballos y estos suelen morir de inanición o agotamiento. De hecho, en muchas ocasiones, se alquilan caballos sin tener conocimiento de cómo cuidarlos.