Vigo al minuto

Antes de cruzar, ¡mira!

Y no es solo el eslogan de la campaña que ha iniciado el Concello para reducir los atropellos, es una necesidad imperiosa: Vigo es la ciudad española con mayor número de atropellos dentro de los pasos de cebra. Y ello no se ha reducido ni poniendo pasos elevados, badenes, semáforos con cronómetros que indican el tiempo que hay para cruzar o límites de velocidad a 30 kilómetros por hora en la mayoría de las calles del centro.

Nada ha hecho que disminuyan estos accidentes que fueron 227 en 2009, 250 en 2010 y 218 el año pasado, por ello la Concellería de Mobilidade ha decidido que no queda otra opción que poner a los peatones de la mano de un agente de la Policía Local y enseñarles a cruzar. Primero llevándolos a los lugares por donde hay que hacerlo, ¿por qué? pues porque según las estadísticas municipales, el 22% no usamos los pasos de cebra, el 18% no respetamos los semáforos y el 18% no miramos a los dos lados ni esperamos a que los coches paren antes de cruzar.

Esto es algo que este miércoles han aprendido perfectamente un grupo de chicos y chicas de Aspanaex, quienes, acompañados por varios policías, han recorrido parte de la ciudad para concienciarse de que los viandantes, que son los más vulnerables dentro de la circulación, deben de saber autoprotegerse siguiendo estos consejos tan sencillos que, podrían evitar más de 90 atropellos cada año.

En el último tramo de su paseo estuvieron acompañados por el alcalde, el concelleiro de Tráfico y el jefe de la Policía Local, a los que comentaron donde habían visto más peligro, “en García Barbón los coches no paran cuando el semáforo está en rojo”, comentaron, además de pedir a Abel Caballero que ponga más semáforos con relojes que indiquen cuanto tiempo hay para  pasar de una acera a otra, como los que están instalados en la calle Venezuela, justo delante del Concello o en la Praza de América.

Esta campaña, que está principalmente dirigida a los peatones, se completa, recordó el alcalde, con las limitaciones de velocidad, generalizadas en todo el casco urbano, en especial en las calles humanizadas, las mediciones con radares y la presencia de dotaciones del 092, patrullas, motoristas y agentes de paisano, en los lugares más conflictivos, como las proximidades de los colegios y centros de salud, donde se vigila que se respeten los pasos de cebra en los que, 141 personas fueron arrolladas el año pasado.

 

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