“¡Vosotros sí que sois de Primera!”. Con estas palabras saludaron los jugadores del Celta a los miles de personas que acudieron este lunes a la Praza do Rei a acompañar a la plantilla que ha conseguido el undécimo ascenso del equipo a la máxima categoría del fútbol español. En el balcón del Concello, Yoel, De Lucas, Oubiña, De Lucas, Iago Aspas y el resto de los integrantes del primer equipo corearon los gritos con los que los aficionados los animan en Balaídos, cantaron la Rianxeira al unísono con sus incondicionales, saltaron, hicieron saltar a quienes estaban bajo el balcón, a los que abarrotaban la plaza y hasta a quienes seguían el acto desde las laderas de O Castro.
Se repitieron las bromas, se sucedieron las gracias y el cariño con el entrenador, Paco Herrera, y el presidente, quien emocionado se dirigió al público asegurando que le gustaría “fundirme en un abrazo con cada uno de vosotros, porque habéis sido vosotros quienes nos habéis traído hasta Primera”, afirmó un Mouriño al borde de las lágrimas.
Herrera, quien ante las carcajadas de los jugadores prometió ser breve, repitió lo que había dicho la pasada medianoche en la Praza de América, “teníamos una deuda con vosotros desde la temporada y os la hemos pagado”, antes de recordar todas las veces que el equipo no habría logrado ganar o remontar un partido si no fuese “porque no dejasteis de creer en nosotros, de empujarnos y de transmitirnos la ilusión en la victoria”.
Acto seguido, Abel Caballero tronó “¡somos una ciudad de Primera con un Celta de Primera!”, al tiempo que, entre continuas bromas y gritos de “¡que bote el alcalde, que bote el alcalde!”, recalcó que era un día histórico “que ha hecho posible este entrenador, estos jugadores pero, sobre todo, este presidente quien, en un momento muy difícil para el club lo puso todo, su prestigio, su dinero, su trabajo y su entrega para que este día se haya hecho realidad”, Caballero, por último, dio la palabra al capitán, Borja Oubiña, quien destacó que “estos días hemos conseguido la comunión entre los vigueses y el Celta, con esa comunión seguro que haremos una magnífica temporada el año que viene en Primera”.
Y así, la plantilla dio por finalizados los actos de celebración de un nuevo ascenso que se produce cinco años después de que el equipo perdiese la categoría y para el que ha sido necesaria una profunda renovación, desde el consejo de administración, hasta el vestuario, pasando por el banquillo…y por las gradas, “porque si allí no hubieseis estado vosotros hoy, nosotros, no estaríamos aquí”, sentenció el presidente.