Así lo aseguran informes de los observadores de la ONU. Tras su visita a la ciudad, los delegados de Naciones Unidas han asegurado en un comunicado que pudieron ver vehículos armados a los alrededores y que “algunas casas presentaban daños por cohetes disparados por vehículos armados, granadas y armamento de diverso calibre“.
Los observadores han recalcado que solo el Ejército sirio dispone de armas pesadas y han indicado que “dentro de las casas, podía verse sangre en las paredes y en el suelo, el fuego aún prendía fuera de ellas y había un fuerte olor a carne quemada”.
Mientras se conocían estos informes, la Red Siria para los Derechos Humanos ha denunciaba este viernes la muerte de, al menos, 49 civiles a manos de las fuerzas de seguridad del régimen, mientras que los Comités de Coordinación Local aumentan el balance hasta 51. A ellas habría que sumar otras 17 personas que han perdido la vida esta madrugada en un bombardeo lanzado sobre la ciudad de Deraa, situada en el sur de Siria, según ha informado la organización activista el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.