En estos 7 primeros meses de 2012 los agentes de la Policía Autonómica detuvieron cerca de un centenar de presuntos incendiario, lo que representa ya más que el total de arrestados el pasado ejercicio, que se cerró con 83.
De los 90 detenidos en lo que va de año, la mayoría de ellos lo fueron por prácticas negligentes y que acabaron en incendios en los montes gallegos, mientras que cerca de una veintena de ellos eran perfectamente conscientes de lo que estaba haciendo y el daño que causarían.
Actualmente, en Galicia están prohibidas cualquier tipo de quemas por el riesgo de incendios que, por cierto, el Gobierno de Mariano Rajoy pretende endurecer las penas de cárcel para los incendiarios condenados.
Este 2012, la Xunta redujo también el número de brigadistas para luchar contra el fuego si lo comparamos a hace un año.