“La visita de ayer de la familia y las lluvia, que ha hecho que suba la temperatura, nos ha levantado el ánimo”.
Marín asegura que los compañeros que están abajo, los amigos y la atención de los medios de comunicación les dan ánimos “sólo con ver ayer a la familia ya hemos cogido fuerzas para otros dos días”. Eso y comprobar que los jefes “están braceando y no saben qué hacer”. Pedro dijo que esta mañana habían tenido electricidad 10 minutos porque tuvieron que conectarla, ya que se llamó a una ambulancia “para que atendiera a uno de los dos compañeros de la otra grúa”, Pepe Ríos o José Neira. “Tuvimos enchufada la estufa esos 10 minutos, pero ya nos han cortado la luz”.
Menos de medio litro de agua
Lo más preocupante es la falta de agua, “nos queda menos de medio litro y estamos pensando el coger agua de la lluvia”, y el estado físico de los trabajadores “han empezado los mareos y, aunque somos deportistas, se nota también el cansancio”. Pese a ello, están dispuestos a resistir hasta que se reconsidere el despido, “la empresa sigue en el ‘no’ y las reuniones que hay con los jefes no duran más de 5 minutos, pero nosotros aguantaremos lo que haga falta”.
Mañana será un día clave
El paro indefinido de Termavi puede empezar a pasarle factura no sólo a la empresa sino al Puerto: mañana a las 20 h. está previsto el atraque del Balkan, el mayor buque porta contenedores que llega a Vigo, hace 900 movimientos a la semana (un barco normal no supera los 200) y , habitualmente, está dos días en Guixar. Antes, a las 8 de la mañana, habrá arribado el Wec Goya y pasado mañana se espera al Van Eryk.
Pedro Marín, que lleva cuatro noches subido a una de las grúas de Termavi, con su hermano Pablo, comentó a vigoalminuto que esta ha sido la primera que han podido dormir de tirón. “nos tumbamos a las 8 o 9 de ayer y descansamos hasta esta mañana”. Pedro aseguró que la noche del viernes había sido la peor “no había manera de entrar en calor, ni llevando tres sudaderas puestas, se nos entumecían las manos y era imposible dormir, pero ahora, con el calorcito, estamos con un jersey y hasta casi no piensas en comer”, bromea.