Decenas de miles de personas secundaron en Vigo la convocatoria de los sindicatos mayoritarios, Confederación Intersindical Galega (CIG), CCOO e UGT, contra los recortes del Gobierno, ratificados este jueves por el Congreso de los Diputados. A las 9 y veinte de la noche, cuando los secretarios generales de las tres centrales se dirigían a los asistentes, la cola de la manifestación aún no había salido de O Calvario.
“Como el Gobierno no tome nota de lo que está pasando va a enterarse, vamos a cambiar el tono”, clamó Antonio Juste, responsable comarcal de UGT. “Esto va en serio, este Gobierno ha criminalizado a los empleados públicos y en 8 meses solo ha congelado sueltos, recortado en la sanidad, facilitado el despido, aumentado el IVA, bajado las pensiones o retirado las ayudas para la compra de vivienda…¡ahora vamos en serio!”
Por su parte el máximo responsable de la CIG calificó de “criminales” a los responsables del Ejecutivo y anunció que “ante esta agresión la respuesta va a ser dura, va a ser cuerpo a cuerpo, va a ser constante, este es el comienzo, solo el comienzo”.
Entre gritos de “¡folga xeral, folga xeral!” líderes sindicales anunciaron la llegada de una “revolución social” al tiempo que clamaron que no van a consentir que “haya sindicalistas condenados mientras no hemos visto a un solo banquero, de los que nos han robado, en la cárcel”. “¡Antes teníamos a un señor bajito de bigote que era de Ferrol, ahora hay uno alto de Pontevedra, y los dos son fascistas!”.
Por su parte la secretaria de Comisiones Obreras, que sustituía hoy a José Cameselle, el histórico líder de CCOO en Vigo, afirmó que de esto “salimos todos juntos, porque no podemos permitir que se consoliden estas medidas del PP, que suponen un retroceso social, económico y democrático de 40 años, ¡estamos ante un Gobierno totalitario, que no respeta las libertades públicas y que no le gusta que los ciudadanos defiendan sus derechos!”.
Coincidiendo con los gritos de los manifestantes, los responsables pidieron la dimisión del presidente del Gobierno, al que acusaron de empobrecer a los ciudadanos “con una política cobarde que lo único que pretende es imponer un modelo neoliberal que acabe con los derechos de la clase trabajadora”.
