Así lo anunció este jueves la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien explicó que es una de las medidas que recogerá ya el anteproyecto de Ley de Medidas para la Flexibilización y Fomento del Mercado de Alquiler, que será aprobado en el Consejo de Ministros de mañana.
Los inquilinos que se retrasen en el pago de la renta de alquiler podrán ser desahuciados en un plazo de 10 días si estos no presentan alegaciones en los juzgados.
Una vez aprobada la nueva normativa, el arrendador tendrá un plazo de diez días para interponer la correspondiente denuncia con el fin de que su inquilino pague la deuda y, si no lo hace, acabaría siendo desahuciado.
Lo que se pretende, según Pastor, es “reducir el procedimiento tedioso que se tenía que llevar a cabo hasta ahora para dictar una resolución, pues lo que está claro es que el que no paga, no va a pagar aunque se le dé más plazo”.
Y es que, los plazos de desahucio de inquilinos en la actualidad es de meses o años y, con la nueva ley, se verán reducidos notablemente al agilizar muy mucho los procesos judiciales.