Desde unos minutos antes de las 9:00 horas, José Bretón, principal sospechoso de la muerte de Ruth y José –dos de los tres informes forenses que tiene en su poder el juez determinan que los restos óseos encontrados son de los dos hermanos– se encuentra ya en la finca de Las Quemadillas.
El magistrado que dirige la investigación quiere reconstruir de nuevo los hechos de todo lo que pudo ocurrir en esa parcela, propiedad de los abuelos paternos de Ruth y José, en presencia del padre, quien ayer aseguraba que era “totalmente falso e imposible” que esos restos fueran de sus niños.
Durante su estancia en Las Quemadillas se interrogará a Bretón sobre lo que hizo en la tarde de la desaparición, y se tratará de averiguar si una de las mesas metálicas que estaba al lado de la hoguera ha tenido contacto alguno con el fuego. Todo apunta a que el padre la utilizó para formar parte del crematorio en el que podría haber quemado a sus niños.
La noticia de la muerte de los dos pequeños saltó ayer a los medios a través de una filtración en la que se aseguraba que hubo un ‘error’ en un informe policial al inicio de la investigación. Fue, precisamente, un segundo informe encargado por la madre, Ruth Ortiz, el que llevó al juez a realizar otro. Tanto el segundo como el tercero coinciden en dar por asesinados a los dos hermanos.
En una rueda de prensa urgente del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó este lunes que, efectivamente, esos dos informes concluyen que los huesos encontrados en dicha hoguera corresponden “a seres humanos inmaduros”, incluso, los fija en unos 6 años de edad.
