Nuestro monarca español ha vuelto a protagonizar este jueves una nueva anécdota que ya está acarreando muchas críticas. Tras su caída de bruces de hace semanas y, unos meses después de su más que polémico viaje a Botsuana a cazar elefantes, el Rey no se ha cortado un pelo en reprender a uno de sus chófer por querer pararle el coche a pocos metros de unos manifestantes.
Ocurrió esta mañana. Cuando todas las cámaras gráficas captaban su llegada a la Dirección General de Tráfico, en donde iba a participar en un acto institucional, tuvo una discusión con su conductor porque no quería que le parara en el sitio elegido por el chófer, sino más adelante. Durante el rapapolvos del monarca a este trabajador acabó asestándole un manotazo en el hombro y no paró de gesticular en tono de enfado.