Nadie sabe cuánto mide realmente, pero sus dueños se han encargado de dejar claro que supera los 800 metros, un empleado dice que 815 y la constructora, Emaar Properties, que 824,5, algo así como tres veces la Torre Eifel. Al lado del Burj Dubai, que tiene 1.100 viviendas, todas ellas vendidas, el Empire State Building, actualmente el edificio más alto de Nueva York, parecería un chabolo.
Pero detrás de esta construcción paquidérmica, no todo es jolgorio y fanfarria. Los más de 1.200 millones de euros que se han invertido en ella, no han podido impedir que su inauguración se haya retrasado hasta dos veces, prolongando las obras desde 2004 hasta la actualidad. Tampoco han evitado las críticas por las condiciones de trabajo de las 12.000 personas que intervinieron en su construcción, o de los grupos ecologistas que aseguran que todo lo que tiene de alta lo tiene de contaminante, pues calentar esta mole, garantizar el suministro de agua, el funcionamiento de los ascensores o la corriente eléctrica, supondrá una contaminación atroz.
¿Tendrán razón? Júzguenlo: la torre se compone de más de 4.000 toneladas de acero estructural. El tubo pináculo central que pesa 350 toneladas, fue construido desde el interior del edificio que, en su interior, está adornado por más de 1.000 obras, con especial mención a los 196 platillos de oro de 18 kilates se su vestíbulo que representan los 196 países del mundo y sobre los cuales cae incesantemente el agua imitando el sonido que haría una gota sobre hojas.
El revestimiento exterior de Burj Dubai se compone de 142.000 m2, 14 campos de fútbol de cristales reflectantes, aluminio y textura de acero inoxidable tímpano que forman paneles con aletas tubulares lo cual le permite soportar las temperaturas extremas del verano dubaiti. A ello contribuirán, también los 26.000 paneles de vidrio colocados por 300 especialistas chinos.
Además de las viviendas, dentro de este mastodonte habrá un hotel, por supuesto de 5 estrellas, que ha sido decorado por Armani y que ocupa desde el piso 15 al 39. En la planta 76 se ha instalado una piscina olímpica al aire libre; los pisos 108 al 124, a excepción de este y el 123, están ocupados por 900 apartamentos, vendidos en menos de ocho horas desde que se pusieron en el mercado; el resto de la estructura, hasta el piso 160, se reserva para oficinas, suites y sedes de corporaciones, organismos oficiales y multinacionales.
Ninguna de los 25.000 personas que, desde febrero, se moverán a diario por este gigante tendrá que subir escaleras, aunque las hay, claro, sino que podrá utilizar cualquiera de los 57 ascensores de dos pisos y capacidad para 21 personas y 8 escaleras mecánicas con las que ha sido dotado..claro que no son ascensores como los de su casa, estos van rápido, concretamente a unos 10 metros por segundo. Por si fuesen pocas ventajas, el vivir en esta mole tiene otras: podrá ver su casa desde 95 kilómetros de distancia, y ver desde su casa hasta 80 kilómetros a la redonda y es espacioso ya que dispone de una superficie útil de más de 5 millones de metros cuadrados.
