Al primer ministro de Portugal no le ha quedado otro remedio que ceder a la presión de los ciudadanos y anunciar que se replanteará sus últimas propuestas económicas. Los ciudadanos, apoyados por los sindicatos, la oposición y hasta los empresarios, han estado dos semanas protestando en contra de la pretensión de Pedro Passos Coelho aumentar la carga fiscal de los trabajadores y reducir la de las empresas.
Tras la reunión, este viernes, del Consejo de Estado, convocada por el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, el primer ministro se ha puesto a disposición de los agentes sociales para “estudiar, en el marco de la concertación social, alternativas a estas medidas”.
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Las protestas llegaron hasta el mismo Palacio de Belem, sede de la Presidencia de la República, donde miles de personas se concentraron, mientras se celebraba la reunión, para clamar contra las pretensiones de Passos. Gritando “¡Cavaco, escucha, el pueblo está en lucha!” o “¡FMI fuera de aquí!”, y sin que se produjesen incidentes, los concentrados rechazaron la propuesta del Gobierno de subir en 2013 las contribuciones que pagan a la Seguridad Social los trabajadores y bajar la que abonan las empresas por cada empleado, anunciadas por el jefe del ejecutivo dos semanas atrás.
La presión hasta hizo peligrar la mayoría que Passos tienen en el parlamento portugués, sustentada por su partido, el socialdemócrata PSD, y los democratacristianos del CDS-PP, que veían estas medidas con mucho recelo al entender que debilitaría, aún más, la mermadísima demanda interna del país, agravando su situación económica.
Hay que recordar que Portugal fue rescatado en mayo de 2011 gracias a la aportación de 78.000 millones de euros a lo largo de tres años para evitar la bancarrota, a cambio de un severo programa de ajustes, impuesto por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, si bien no ha hecho que la situación mejore gran cosa, (no se ha recortado la deuda pública, el paro es el mayor de la historia y las diferencias sociales han vuelto a los niveles de los años 60), está siendo aplicado a rajatabla por el Gobierno.