¡Mira porqué no lo encontrábamos! Nuevos estudios realizados en Inglaterra indican que el Punto G de las mujeres, descubierto hace más de 50 años por el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, en realidad no existiría, sino que sería producto de la imaginación.
Contrariando años de creencias, investigadores del King’s College de Londres estudiaron a 1.800 mujeres y no encontraron prueba alguna de esa zona sensible que Gräfenberg ubicó en la parte frontal de la vagina.
Las investigaciones fueron publicadas en la revista The Journal of Sexual Medicine y señalan que todo sería un mito “estimulado por las revistas y los terapeutas sexuales”. Tim Spector, uno de los autores del estudio, dijo que “las mujeres pueden argumentar que la dieta o el ejercicio ayuda a tener el Punto G, en realidad es virtualmente imposible encontrar rastros reales“