El anteproyecto de Ley de reforma del Código Penal que recibió este jueves el visto bueno del Consejo de Ministros incluye penas de cárcel de hasta un año para aquellas personas que difundan imágenes y grabaciones íntimas sin consentimiento y, en el supuesto de acoso, esa privación de libertad sería de dos años.
Así lo desveló en rueda de prensa el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, quien explicó que también habrá prisión para los matrimonio forzosos e incluye un capítulo novedoso sobre la protección de la mujer y la lucha por la igualdad de género que consideramos fundamental en estos momentos en el que en España todavía queda muy mucho por avanzar en esta lacra social.
En cuanto a esas imágenes difundidas sin consentimiento lo más relevante es que el delito no desaparecerá, incluso, cuando la víctima se la diera a la persona que luego las lanzaría de manera masiva. En este punto nos viene a la cabeza el episodio protagonizado por la concejala socialista de los Yébenes, Olvigo Hormigos, cuyo vídeo íntimo lo difundió un amigo suyo.
“Es muy importante que la definición del tipo no desaparece como consecuencia de que las imágenes se hayan obtenido con el consentimiento de la víctima”, precisó el ministro de Justicia, al tiempo que agregó que la mera divulgación, aunque se hayan obtenido lícitamente “pasa a ser objeto de reproche penal en España”.