Grupos opositores al régimen del genocida Assad, además del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, han denunciado la aparición de decenas de cadáveres maniatados en un hospital de la periferia de Damasco. Los cuerpos, que se encontraban en el depósito del hospital de la localidad de Moadamiya al Sham, son, según todos los indicios, víctimas de una operación de las tropas gubernamentales en esta zona de la capital.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) y la Comisión General de la Revolución Siria elevaron la cifra de cadáveres a un centenar y situaron el centro médico entre Moadamiya al Sham y la cercana población de Daraya. La Comisión indicó que los cuerpos estaban maniatados y pertenecen a civiles asesinados por las fuerzas de seguridad y los “shabiha”, paramilitares progubernamentales, y un vídeo difundido en Internet por la oposición muestra un número indeterminado de cadáveres maniatados y con signos de haber sido torturados.
Por otra parte, la organización Human Rights Watch (HRW) también ha denunciado que el régimen sirio ha utilizado en los últimos días bombas de racimo, prohibidas por altamente mortíferas, en bombardeos sobre varias zonas del país.