El capitán del buque y principal acusado de la catástrofe del Prestige, Apostolos Mangouras, responsabiliza a las autoridades marítimas españolas de todo lo que ocurrió con el petrolero. Así se ha podido escuchar este martes en la sala de la primera jornada del inicio del macrojucio que se está desarrollando en A Coruña, durante la lectura del escrito de defensa.
Según el capitán del barco, fueron las autoridades marítimas españolas las que asumieron desde el primer momento el control y adoptaron “decisiones equivocados”.
Precisamente, la defensa del capitán se basará en que el Prestige contaba con todas las certificaciones oficiales necesarias en el momento de la avería y posterior hundimiento, cuando se decidió alejar de la costa el barco.
La defensa mantiene que la estructura se encontraba aparentemente en estado adecuado, algo que niegan las acusaciones que aseguran que el petrolero no estaba óptimo para navegar. El abogado de Mangouras pide la libre absolución.
La expectación durante esta primera sesión del macrojuicio es total, unos 40 medios de comunicación están acreditados, aunque se espera que no todos ellos sigan las vistas orales que se prolongarán hasta marzo del año 2013.
En el juicio -cuyo coste superará los 1,4 millones de euros-, la Fiscalía pide más de 4.000 millones de euros por el daño medioambiental causado por el accidente del petrolero que luego se hundiófrente a las costas de Fisterra.
La fase de instrucción de este caso concluyó en noviembre del año pasado y se traduce en 190 tomos elaborados de la causa y cerca de 270.000 folios.
En la vista oral estarán personadas más del 2.000 partes, entre ellas el Estado francés y 8 localidades galas, y un total de 2.300 perjudicados que han decidido reclamar judicialmente. Estarán presentes más de un centenar de testigos y otros tantos peritos.
Además de contraMangouras, también están sentados en el banquillo Nikolaos Argyropoulos e Ireneo Maloto por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, daños y desobediencia y resistencia.
La Fiscalía pide 7 años de prisión por un delito contra el medio ambiente y 5 años de cárcel por daños en espacio natural protegido para el capitán del barco hundido.
Fue un 13 de noviembre de 2002 cuando el Prestige, a 28 millas de Fisterra, sufrió un accidente en pleno temporal con cerca de 80.000 toneladas de fuel. Tras intentar alejar el buque de la costa, el petrolero se partió en dos y se hundió.
La sentencia no se prevé antes del mes de septiembre del año próximo.