Es lo que ha deseado públicamente el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, preguntado este jueves por el inicio del macro juicio del Prestige. “Que se haga justicia con Galicia”, indicó el también líder de los populares gallegos.
Según Núñez Feijóo, tienen que pagar los culpables de que “esa chatarra flotante estuviese navegando” aquel 13 de noviembre de 2002 frente a las costas de Fisterra.
Tras lamentar que se empiece a hacer justicia diez años después de las catástrofe ecológica, el jefe del Ejecutivo gallego señaló que “es muy difícil de explicar” que una década después “estemos esperando que se haga justicia con Galicia”.
A diferencia de organizaciones como Greenpeace España -que está convencida de que un accidente como el Prestige podría repetirse en Galicia en cualquier momento-, Núñez Feijóo se mostró convencido de que nuestra comunidad se encuentra mejor preparada que hace 10 años, ya que cuenta con “más medios” y con “un plan de contingencia”.
“Espero que no vuelva a suceder, pero tenemos más medios, tanto gracias a las actuaciones del PP y el PSOE en el Gobierno de Madrid, como gracias a la Xunta en los últimos 10 años”, argumentó.
Por cierto que tras las cuestiones procesales de estos dos últimos días, el juicio del Prestige se reanudará el próximo 13 de noviembre cuando declaren los tres acusados, el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas Nikolaos Argyropoulos y el ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors.
El juicio, cuyo coste superará los 1,4 millones de euros, llega después de una compleja y larga fase de instrucción de este caso que concluyó en noviembre del año pasado y se traduce en 190 tomos elaborados de la causa y cerca de 270.000 folios.
En la vista oral están personadas más del 2.000 partes, entre ellas el Estado francés y 8 localidades galas,y un total de 2.300 perjudicados que han decidido reclamar judicialmente. Estarán presentes más de un centenar de testigos y otros tantos peritos.
Además de contra Mangouras, también están sentados en el banquillo Nikolaos Argyropoulos e Ireneo Maloto por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, daños y desobediencia y resistencia.
La Fiscalía pide 7 años de prisión por un delito contra el medio ambiente y 5 años de cárcel por daños en espacio natural protegido para el capitán del barco hundido.
Fue un 13 de noviembre de 2002 cuando el Prestige, a 28 millas de Fisterra, sufrió un accidente en pleno temporal con cerca de 80.000 toneladas de fuel. Tras intentar alejar el buque de la costa, el petrolero se partió en dos y se hundió.
La sentencia no se prevé antes del mes de septiembre del año próximo.
