Por lo que se refiere a toda Galicia, retrasar los relojes esta madrugada, de las 3 a las 2 , además de permitirte dormir una hora más, supone una reducción del 0,4% en el consumo total de la comunidad, según los cálculos hechos por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega).
Según la Consellería de Industria, el ahorro repercutirá principalmente en el ámbito familiar, ya que en el industrial la estructura de producción se mantiene de forma constante, independientemente del horario. Eso sí, para que notes ese ahorro tendrás que hacer un ‘uso racional’ de la energía.
Y te preguntarás, ¿qué es un ‘uso racional’ de la energía’? pues te damos algunos consejos: cuando no estés utilizando un electrodoméstico apágalo totalmente, no dejándolo en standby; gastará menos electricidad y durará más años en buen estado, ya que no estará sometido a las subidas y bajadas de tensión que normalmente se producen en la red eléctrica.
Los frigoríficos suelen ser el único electrodoméstico que permanece permanentemente encendido. Los que tienen etiqueta de calificación energética A+A generan, a lo largo de su vida útil, un ahorro de más de 900 €. Las rejillas de atrás deben de estar siempre limpias, las puertas del congelador deben permanecer abiertas el menor tiempo posible y habremos de cerciorarnos de que estén bien cerradas. Tampoco debemos introducir en su interior alimentos calientes. Sí debemos descongelarlos con regularidad.
Las lavadoras de bajo consumo energético ahorran entre un 45% y un 70%. Conviene utilizarlas a plena carga y lavar en frío o a bajas temperaturas, ya que el 90% de la electricidad que consume es para calentar el agua. Después al lavado muchas personas utilizan secadoras; éstas gastan también mucha energía eléctrica en su proceso, por lo que para reducir energía a la hora de secar la ropa, basta con que la tendamos al sol.
Respecto a las cocinas, es conveniente que los fuegos no sobrepasen el diámetro de las cacerolas, tapando éstas y las sartenes, utilizando la menor cantidad de agua posible para ahorrarse hasta un 20% de energía. Además se debe aprovechar el calor residual para finalizar la cocción.
El agua es el bien que más hay que cuidar en nuestro consumo diario de energía, ya que el empleo de la caliente de uso sanitario supone el mayor gasto después de las calefacciones. La ducha es mejor que un baño, siempre que no se prolongue mucho tiempo.
El lavavajillas es ya también un elemento habitual en las cocinas, lógicamente al funcionar con energía eléctrica tiene, también, un coste ambiental. Debemos utilizarlo poniendo un programa económico, con lo que ahorraremos hasta el 50%, y ponerlo en marcha sólo cuando esté lleno.
Respecto a la utilización de la iluminación, conviene aprovechar al máximo la luz del sol y apagar siempre las luces al salir de una habitación. Las bombillas de bajo consumo ahorran hasta un 80% y duran hasta 10 veces más. Su funcionamiento es similar al de los tubos fluorescentes, por lo que no están recomendados para lugares de paso u otros donde no permanezcan encendidas de forma continuada: tienen su mayor gasto energético en el encendido y en el apagado.
El ahorro energético en la calefacción pasa por un buen aislamiento de nuestra vivienda: conviene colocar doble acristalamiento, burlete en las puertas y ventanas, usar cortinas, y aislar la caja de las persianas.