Sandy, que a estas horas ya es una tormenta tropical, ha dejado a su paso por EEUU al menos 16 muertos -algunas aplastadas por árboles- y unas 5 millones de personas continúan sin luz. Todos los presagios se cumplieron y el huracán ha sido devastador desde que tocó suelo en su costa este.
El huracán provocó graves inundaciones en Nueva York, concretamente, en la isla de Manhattan y, aunque en estos momentos ese nivel del agua ya está retrocediendo, no lo ha puesto nada fácil las rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora registradas en la ciudad.
Nueva York y su área metropolitana siguen sin transporte público, con importantes interrupciones del suministro eléctrico y con todos los aeropuertos y casi todos los puentes y túneles de la ciudad cerrados.
En zonas como el Battery Park el agua llegó los 4,1 metros, con lo que no sólo batió el récord alcanzado en 1821 sino que entró en el túnel Battery-Brooklyn y en varias estaciones de metro.
Preocupa y mucho en estos momento un reactor nuclear ubicado en Nueva Jersey, en donde Sandy hizo que haya subido el nivel del océano Atlántico, lo que podría afectar a las bombas de agua.