El Ayuntamiento de Vigo recalificará finalmente los terrenos de la conservera. Finalmente, el teniente de alcalde, Santiago Domínguez, acordó con el propietario de Alfageme esta decisión a cambio de que la familia Lago mantenga la empresa. Así se lo expuso a las trabajadoras que ayer se encerraron en el Concello y que este jueves serán recibidas por el alcalde, tal y como exigieron para dejar el encierro.
Ahora, las empleadas temen que el propietario sólo busquen el “pelotazo urbanístico”. La falta de acuerdo del empresario con los bancos y el Igape está impidiendo poner en marcha el plan de viabilidad elaborado para salvar los cuatrocientos puestos de trabajo, que contempla el traslado de la producción para dos de las tres fabricas del Salnés.
El martes se encerraron en la lonja del Concello de Vigo durante más de seis horas y el miércoles continuarán en las plantas que Alfageme tiene en Vigo y Ribadumia. Los trabajadores de la conservera mantendrán el encierro de forma indefinida hasta que el propietario de la empresa y dueño de la promotora Promalar, Juan Lago, salga del Consejo de Administración de la firma, ya que aseguran que ningún banco quiere negociar avales con él.
Tomaron el Concello
Cerca de un centenar de trabajadores de las plantas de Vigo y Ribadumia se concentraron el martes en la lonja del concello vigués hasta las 18:30 horas para intentar tener una entrevista con el alcalde Abel Caballero y pedirle que medie en el conflicto que se mantiene abierto en la conservera desde hace meses.
Ante la falta de respuesta del regidor, que los citó para el jueves, los empleados pusieron punto y final al encierro al ser atendidos por representantes del BNG que fijaron la reunión con el teniente de alcalde, quien instó a la Xunta a que asuma sus competencias.
Los trabajadores le trasladaron la grave situación que están atravesando, ya que llevan dos meses sin cobrar y el nivel de la actividad de la empresa es nulo, algo chocante en una de las empresas más productivas de Galicia y con marcas tan importantes como Miau. Por otro lado, Domínguez recordó en principio la recalificación urbanística se realizó “para preservar la actividad industrial y que se mantuvieran los puestos de trabajo”.