La solidaridad es como el movimiento, que se demuestra andando. Y vigueses y españoles hemos demostrado que no nos cuesta ponernos en piel ajena ante el terremoto que ha asolado Haití. Empresas, escuelas, particulares… todos quieren aportar su granito de arena para ayudar a los más de 3,7 millones de haitianos a recuperar la poca normalidad que se pueda conservar al tener que enterrar a casi 200.000 muertos, según la estimación del ejército americano.
Si ayer era Vitrasa la que ponía en marcha una campaña para donar un céntimo de cada uno de los viajes que se realicen hasta el próximo día 24, hoy ha sido Vegalsa-Eroski la que ha donado a Cruz Roja 60.000 euros a través de sus distintas empresas, además de activar en todos sus centros una campaña de recogida de donativos que se gestionará a través de Unicef, ONG a la que Fundación Eroski ya ha donado 50.000 euros. Y la nueva Bienal de Arte de Pontevedra habilitará un espacio preferencial a la cultura de Haiti.
También puedes cambiar solidaridad por cultura: la Escuela Oficial de Idiomas de Vigo ha puesto en marcha un mercadillo literario en el que los libros son donados y se pueden comprar con una donación voluntaria que debe ser al menos de 3 euros. O, si no puedes acercarte hasta allí, entra en la página web de cualquiera de las organizaciones no gubernamentales que colaboran con el país caribeño y hacer tu donativo en cualquiera de las cuentas corrientes que te facilitan.
Un país arrasado
Un terremoto de 7,3 en la escala de Richter en el país más pobre del hemisferio occidental en el que el 80% de la gente vive en la pobreza más absoluta en asentamientos de chabolas. Los pocos hospitales que quedan en pie están saturados, la atención de heridos se hace de manera informal entre vecinos y familiares, la red de agua está estropeada y la electricidad cortada para evitar incendios. Y la actividad comercial se limita a los propios haitianos vendiendo fruta, ropa y calzado en la calle a precios desorbitados que muy pocos pueden permitirse.
En medio de ese caos, el puerto está completamente destruido, los accesos por carretera están congestionados (se ha tenido que habilitar un corredor humanitario para facilitar la llegada de la ayuda) y el aeropuerto sólo está abierto para ayuda humanitaria. Y en medio de todo este desastre casi 10 días después siguen llegando los sms desde debajo de los escombros pidiendo ayuda y los equipos de rescate están saturados.
Con este panorama, lo prioritario es la asistencia médica, agua, saneamiento, alojamiento de emergencia, alimentos y la identificación de cadáveres. Los expertos tienen miedo de que el calor, la falta de agua y el daño en las estructuras provoque la propagación de epidemias, ya que los cadáveres continúan en las calles. Y la temporada de huracanes está a la vuelta de la esquina.
Ahí es donde se hace fundamental la ayuda de las ONGs.
Ellas están dando el callo
Muchas entidades están echando los restos para intentar paliar los daños de los supervivientes. A veces incluso teniendo que hacer de tripas corazón. Es el caso de Marie André, trabajadora de ActionAid Haití, que lideró el reparto de alimentos organizando a la gente y distribuyendo el material horas antes de tener que enterrar a uno de sus seres queridos.
Es a través de esta entidad como colabora AYUDA EN ACCIÓN, que se ha centrado en el envío de un equipo de emergencia que permita hacer llegar el agua potable a los afectados, en enviar medicinas y en levantar refugios, ya que en el campo de refugiados más grande viven 7.253 personas bajo tiendas provisionales hechas con sábanas y palos. Ha distribuido en la zona paquetes de alimentación ricos en proteínas a 2.750 niños y material médico para atender a 250 heridos, ya que no hay ni yeso para escayolar, ni analgésicos, ni antibióticos. Además, ha recaudado 125.000 euros para enviar a la zona y ha creado un comité de mujeres para prevenir violaciones durante la noche con un policía haitiano que acude cada tarde a los campos de refugiados a recoger a los acusados de violación.
Por su parte, CRUZ ROJA va por el cuarto avión enviado y ya ha repartido más de 83 toneladas de ayuda humanitaria por valor de 1 millón de euros. Parte de la ayuda destinada allí consiste en poner en marcha una Unidad completa de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento con 5 plantas potabilizadoras con las que poder abastecer a 15.000 personas al día. Por el momento ya se han distribuido más de 235.000 litros de agua a hospitales y población en 13 camiones cisterna.
Y los 400 trabajadores que ha destinado a la zona ya están empezando a repartir ‘kits’ familiares con 5 mantas, 2 depósitos plegables para almacenar agua, 2 toldos plásticos, un cubo, 1 kit de higiene, 1 kit de cocina, 2 mosquiteras y pastillas potabilizadoras de agua. Además, a través de su Comité Internacional, está trabajando en la recuperación e identificación de los cuerpos: ya ha recibido 22.618 solicitudes en busca de familiares y 1.534 respuestas.
Es la mayor operación de ayuda de toda la historia de Cruz Roja tras el tsunami que asoló el sur de Asia en diciembre de 2004. Junto con el despliegue de ayuda y personal, Cruz Roja Española ha donad 85.000 euros y ya ha recaudado casi 7,9 millones para destinar a la campaña. Y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja ha establecido un presupuesto de 71,7 millones de euros para atender las necesidades de 60.000 familias durante los próximos 3 años.
Es en el terreno sanitario donde FUDEN es la protagonista. La Fundación para el Desarrollo de la Enfermería ha puesto en marcha un operativo especial para ayudar a las víctimas del terremoto desplazando a Jimani, en la frontera con Haití, a 23 enfermeras dominicanas. Mientras, en España siguen con la recogida de material fungible, pijamas y lencería sanitaria, en la que ya han participado de forma anónima muchos hospitales y hoteles españoles con la donación de ropa de cama. Antares Logistic será la que recoja el material recaudado y la ONG Mano a Mano la que lo transporte a la República Dominicana la próxima semana.