Desorden público, vandalismo y resistencia a la autoridad. Estos son los cargos a los que se enfrentan muchos de los participantes en la última huelga del metal, movilizaciones celebradas en julio durante la negociación del convenio colectivo del sector, y que supondrán multas que no se van a negociar, según manifestó la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra. Unas infracciones que mantendrán su curso legal, aunque el subdelegado esté dispuesto a reunirse con los portavoces sindicales la próxima semana.
La llegada de la World Fishing Exhibition, sindicatos y patronal del metal decidieron posponer la reanudación de las regociaciones previstas para la primera quincena de septiembre para mantener la paz social durante un evento tan importante para la ciudad.