Iberia despedirá a 4.500 empleados -una cuarta parte de su plantilla-, reducirá su capacidad en un 15% con la supresión de 25 aviones y suspenderá rutas y frecuencias no rentables, con el objetivo de mejorar los resultados en al menos 600 millones de euros para 2015 y conseguir que la compañía vuelva a lograr beneficios.
Así se lo anunció este viernes International Airlines Group (IAG), la empresa resultante de la fusión de British Airways e Iberia, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El plan de transformación de Iberia incluye cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio de la compañía, con el objetivo de que deje de tener pérdidas y recupere la senda de los beneficios.
Según la compañía el recorte de plantilla en 4.500 personas servirá para salvar unos 15.500 puestos de trabajo. Se trata de detener el deterioro económico de Iberia a mediados de 2013, así como mejorar los resultados para 2015.
En principio, se ha fijado el 31 de enero como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los sindicatos.