Algúns, aqueles e outros
Domínguez, que no se refirió Abel Caballero por su nombre, prefirió retar a “aqueles” que se oponen a la fusión a que expliquen a su alternativa”, a “algúns” que dicen que la caja resultante no será solvente a demostrarlo con datos y a “outros” que nieguen que cualquier otra alianza se llevaría el centro de decisión de la caja viguesa a Madrid.
No interfiere en la “buena marcha” del gobierno local
El teniente de alcalde pidió a los ciudadanos que se informen “os teléfonos do BNG e dos concelleiros están abertos para calquera persona que queira saber qué significa á fusión e as consecuencias de non facela”, aseguró que el político honrado es aquel que “non agocha información” aunque matizó que sí tiene como honrado a Abel Caballero y aseguró que este tema “non interfiere na boa marcha do goberno local”, pese a que el alcalde, cinco minutos después, espetó a su socio que “Feijóo se ha quedado sólo en su defensa de esta absorción con el único apoyo del Bloque y su sindicato” y que ha preferido seguir a su líder “un concejal de Pontevedra que se manifestó en contra de Vigo hace unos meses”, que defender a la ciudad.
Nunca han hablado sobre las Cajas
Esa “buena marcha” de la coalición que gobierna la ciudad “al margen de discrepancias puntuales entre dos fuerzas políticas distintas”, como define el alcalde este desencuentro, o “un tema puntual que non chega para que ocurra en Vigo o que pasou en Mos ou vai a pasar en Porriño, como cree Feijóo”, como dice el teniente de alcalde, quizá se deba a que ambos no han hablado de la fusión de las cajas, un tema que, hasta hoy, Abel Caballero ha sacado en 31 comparecencias ante los medios de comunicación, que ha definido “de extraordinaria gravedad” para la ciudad, por el cual ha anunciado la interposición de un recurso legal y anunciado, además de una manifestación, toda una “batería” de medidas “políticas y administrativas”
Las charlas entre alcalde y teniente de alcalde son privadas
Domínguez reconoció que no ha tratado de ese tema con Caballero y éste que sus conversaciones con Domínguez pertenecen al “ámbito privado”, aunque ambos coinciden en algo: el alcalde ni siquiera usó el teléfono o recorrió los 32 pasos que separan su despacho del de su socio para informarle sobre su intención de llamar “a 300.000 ciudadanos” a manifestarse. “Como alcalde hago uso de mis atribuciones sin consultarlo con nadie”, sentenció.