Su dueño lleva desaparecido desde principios de 2008 al estallar la burbuja inmobiliaria y dejando ‘tiradas’ a medio millar de familias entre trabajadores, proveedores y los compradores de pisos que habían puesto el dinero pero no habían recibido la vivienda. Esta madrugada, sobre las 01:30 horas, la nave abandonada de Marbar en Tomiño, donde se almacenaba material de construcción, ardía supuestamente de forma intencionada.
Una hora después el fuego estaba apagado, aunque los bomberos tuvieron que hacer tareas de desescombro para evitar que se reavivara un incendio que calcinó dos estancias de la planta baja en la que se conservaban los archivos y afectara a otras dos por el calor y el humo. Además de la documentación, se quemó parte del mobiliario, pero el incendio no ha afectado a la estructura del inmueble ni dos grandes máquinas que aún quedan en el interior. La Guardia Civil ha abierto una investigación, ya que los bomberos encontraron dos focos de fuego.
Meses de protestas
Los 56 trabajadores de Marbar que recibieron la carta de despido tras la desaparición del propietario de la empresa, estuvieron meses concentrados delante de las puertas de la nave para protestar por la situación y evitar que se llevaran la maquinaria y otro material. Los proveedores se sumaron en más de una ocasión para conocer de primera mano la situación.