Así lo asegura una encuesta realizada por Metroscopia para el diario El País. Ello significa que Mariano Rajoy se acerca a los peores datos de su partido desde que Fraga, en 1989, entonces presidente de Alianza Popular, y con Felipe González en La Moncloa, no pasaba de un 25%...de ello hace casi un cuarto de siglo. De acuerdo con los datos del sondeo, no hay parangón en los 37 años de democracia de un deterioro semejante en un jefe del Ejecutivo: 15 puntos en estimación de voto en un año de gestión; ni Zapatero tenía una valoración tan baja, ya en los últimos años de su mandato, con una destrucción de casi 1 millón de puestos de trabajo, recortes en pensiones y en cobertura por desempleo y unos datos económicos que dejaban a los ciudadanos congelados.
Los resultados de la encuesta indican, además, que es el presidente más rechazado de la Democracia: un 84% de ¡quienes contestaron a la misma dice que no le inspira confianza alguna. Claro que Rajoy no se ha ganado este rechazo él solo, ha tenido ayuda. Le debe parte del mismo a cuatro de sus ministros, el de Educación, José Ignacio Wert, la de Empleo, Fátima Báñez, quien ha superado, en apenas 12 meses las peores marcas de destrucción de puestos de trabajo que le dejó su predecesor socialista, Valeriano Gómez, hasta ahora el peor que ha gestionado esa cartera; el de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, quien ha conseguido algo inédito en la historia española: poner de acuerdo en contra de sus reformas a todas las asociaciones de jueces y fiscales, además de ser reprobado por abogados, secretarios judiciales y funcionarios de Justicia; y, por último, a Cristóbal Montoro, responsable de Hacienda y Administraciones Públicas, que ha pasado de encabezar la campaña de los populares en contra de la subida del IVA, a defender que este se haya incrementado del 18 al 21%…y ello en los apenas 8 meses que separaron su labor de oposición a la de gobierno.
Pero si los datos de Rajoy son malos, los del ‘líder’ de la oposición, son trágicos. Alfredo Pérez Rubalcaba lograría hoy poco más que el 23% de los votos, y eso que ha mejorado en los últimos meses. Sus datos son los peores de un jefe de la oposición, además de en España desde 1977, los de los candidatos alternativos a cualquiera de los actuales gobernantes de la Unión Europea. Ni Unión de Centro Democrático (UCD) tenía tan malas perspectivas de voto cuando Suárez dejó de ser su candidato y se presentó en su lugar a Landelino Lavilla. Entonces la perspectiva de voto de la formación centrista era del 23,7%…para quienes no recuerden el resultado que obtuvo en 1982, fue este: perdió 157 de los 168 que tenía. No es que el PSOE vaya por el mismo camino, pero, a día de hoy, está a apenas un 8% de los resultados que obtendría Izquierda Unida, con una estimación de voto del 15,6%, alrededor de 9 puntos por encima de los resultados que obtuvo en las Generales de noviembre de 2011.
