Tras su anuncio en octubre, este lunes entrará en vigor la esperada reforma migratoria en Cuba y lo hace, como siempre se lleva a cabo un cambio de ley en la isla, con una expectación total, ya que hasta ahora los requisitos para poder salir del país eran prácticamente inasumibles por la inmensa mayoría de la población.
La novedad más importante de esta nueva normativa promovida por el Gobierno de Raúl Castro es la eliminación del permiso de salida, denominada carta blanca, para los viajes al exterior. Fue en 1961 cuando régimen castrista impuso este requisito para evitar así un éxodo masivo de la población, tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959.
Desde hoy, teóricamente, para salir del país solo se exigirá la presentación del pasaporte actualizado y el visado del país de destino, en los casos en que se requiera.
, se ha dispuesto extender de 11 a 24 meses la permanencia en el exterior de los residentes en Cuba que viajen por asuntos particulares, contados a partir de la fecha de salida del país, lo que supone que no perderán hasta pasados dos años los derechos sobre las propiedades que dejen atrás.
Otro de los cambios es que los cubanos ya emigrados podrán regresar a la isla durante un periodo de hasta 90 días, 60 más que lo establecido anteriormente.
La oposición anticastrista ha recibido esta reforma migratoria con una mezcla de satisfacción y cautela, ya que si bien se trata de una ley esperada desde hace décadas, la disidencia teme que existan vacíos legales por los que el Gobierno pueda seguir imponiendo sus controles.
