Y es que, este martes está previsto que el que fuera responsable del Ministerio de Fomento durante la catástrofe del Prestige, Francisco Álvarez Cascos, declare ante el magistrado que juzga la causa.
Lo hará en calidad de testigo, exactamente igual que ya lo hizo días atrás el ex delegado del Gobierno de Galicia de la época, Arsenio Fernández de Mesa.
Ningún político con responsabilidad en ese fatídico noviembre de 2002 está imputado por el mayor desastre ecológico de la historia de nuestro país.
Durante esta jornada también declararán varios responsables del Laboratorio de Análisis, Vigilancia y Peritaje de la Marina Francesa.
La Fiscalía pide 7 años de prisión por un delito contra el medio ambiente y 5 años de cárcel por daños en espacio natural protegido para el capitán del barco hundido.
Fue un 13 de noviembre de 2002 cuando el Prestige, a 28 millas de Fisterra, sufrió un accidente en pleno temporal con cerca de 80.000 toneladas de fuel. Tras intentar alejar el buque de la costa, el petrolero se partió en dos y se hundió.
La sentencia no se prevé antes del mes de septiembre de este año y el juicio se prolongará hasta marzo, previsiblemente.
