No se pudo celebrar el pleno municipal previsto este lunes donde iban a aprobarse los Presupuesto Municipales de 2013. Y es que, varias protestas desarrolladas en el salón plenaria provocó que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, tuviera que tomar la decisión de suspenderlo.
Entre los cabreados que hicieron que el pleno no pudiera seguir, trabajadores de la seguridad del Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO) que fueron despedidos por la falta de financiación del museo, así como empleadas de Linorsa que denunciaron que el Concello no cumple los acuerdos alcanzados con la concesionaria de limpieza o también los despedidos del Instituto Municipal de Deportes (IMD).
El ambiente se caldeó tanto que fue imposible que el pleno pudiera seguir celebrándose con normalidad, con lo que quedó suspendido.