La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo ha anulado el indulto concedido por el Gobierno de Rodriguez Zapatero a Alfredo Sáenz, consejero delegado del banco Santander. La medida de gracia, que el Ejecutivo concedió pese a la oposición del fiscal y del propio Tribunal Supremo, perdonó a Sáenz las penas de privación de libertad de tres meses y suspensión para ejercer como directivo de entidades bancarias, que le había impuesto el Supremo en 2011.
Entonces, el alto tribunal consideró probado que Banesto ”con el conocimiento y beneplácito de quien entonces era su máximo responsable”, presentó una querella por estafa y alzamiento de bienes contra cuatro empresarios a sabiendas de que esas imputaciones eran falsas. La querella, que dio lugar a la detención de los empresarios y a su ingreso en prisión durante unos días, fue interpuesta como medida de presión para intentar cobrar una deuda de 3,8 millones que había contraído con Banesto el grupo Harry Walker.
Además de perdonarle las penas, el indulto extendió la medida de gracia al añadir “quedan sin efecto cualesquiera otras consecuencias jurídicas o efectos derivados de la sentencia, incluido cualquier impedimento para ejercer la actividad bancaria”. El Supremo ha estimado el recurso interpuesto contra el indulto por dos de los empresarios que fueron a la cárcel debido a la falsa querella autorizada por Sáenz.