Al menos esto es lo que avanzó este sábado el propio portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien desveló que el cónclave papal para elegir al sucesor de Benedicto XVI podría reunirse antes de lo previsto inicialmente.
En concreto, los cardenales con voz y voto para designar al sucesor de San Pedro en la tierra podrían comenzar a verse las caras ya antes del próximo 15 de marzo.
Lombardi, en un primer momento, había estimado que el cónclave comenzaría entre el 15 y el 20 de marzo, pero hoy admitió esa fecha puede adelantarse al tratarse de una dimisión anunciada y no de una súbita muerte papal, como ocurrió con el anterior pontífice, Juan Pablo II.
Este anuncio de Lombardi coincide también con la publicación de un editorial suyo en la que defiende la figura de Benedicto XVI y su dimisión como “un gesto de sabidurías cristiana y humana admirables”, motivado por su débil estado de salud.
En su reflexión, Lombardi niega que el Papa haya renunciado por su incapacidad para gestionar el cargo, sino por el bien de la Iglesia.
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