Nestlé está retirando ya del mercado alimentario las pastas refrigeradas de tortellini y raviolis carne de la marca Buitoni que se venden tanto en España como en Italia, así como también de la lasaña a la boloseña de la firma Gourmand, comercializada en Francia.
Lo hace porque en estos tres productos se hallaron trazas de ADN de caballo en un nivel superior al 1%.
Pese a que desde la multinacional se apresuran a decir que ese contenido “no supone ningún riesgo para la salud de nuestros consumidores”, reconocen que el error en el etiquetado es suficiente para retirarlos, ya que el consumidor no recibe la correcta información en dichos alimentos.
Lo que pretende Nestlé es quitar de las estanterías los tres productos y sustituirlos por otros que hayan superado los controles al cien por cien los controles que aseguran que se trata de ADN de carne de ternera, y no de caballo.
Según la firma alimentaria, desde que saltó el escándalo de carne de caballo destapado desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha procedido a realizar nuevos exámenes a todos sus productos.
Por cierto ,que la OCU ha pedido ya la comparecencia del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para que dé explicaciones sobre la aparición de esta carne de caballo en algunos productos.