“Como dice el refrán, el cachorro recién nacido no conoce el miedo al tigre”. Con estas palabras, el representante del régimen norcoreano, Jon Yong Ryong, lanzó una nueva amenaza a su enemiga número: Corea del Sur.
La proclama no se hizo desde la propia Corea del Norte, sino durante la celebración de la Conferencia de la ONU sobre Desarme, en la que el régimen que dirige Kim Jong II, aseguró seguirá dando pasos tras su ensayo nuclear de la pasada semana.
Pyongyang defiende que tanto el ensayo atómico como los lanzamientos de cohetes de largo alcance son manifestaciones de sus derechos soberanos a desarrollar energía nuclear y a explorar el espacio, por lo rechaza las sanciones internacionales que se le quieren imponer y que, en su opinión, tienen más que ver con la política hostil que tiene EEUU con Corea del Norte.
Precisamente, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó enérgicamente dicho ensayo atómico y los lanzamientos de cohetes de largo alcance llevados en los últimos meses.
Sobre las críticas hechas también por Corea del Sur sumándose a la crítica de EEUU, el Gobierno norcoreano advirtió que su comportamiento “errático” sólo le llevará a su “destrucción final”.