Sin citar en ningún momento al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, y al escándalo de los presuntos sobres con dinero B que, incluso, habría recibido él –según las informaciones destapadas por El País-, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sí que se ha referido a la corrupción.
“No es verdad que en España haya una corrupción generalizada. Eso es una insidia”, aseguró el jefe del Ejecutivo durante su intervención en el que está siendo su primer Debate sobre el Estado de la Nación. No obstante, quiso dejar claro que “una cosa es condenar y perseguir la corrupción”, pero otra bien distinta que “se difunda la imagen de que España es un país de los más corruptos”.
Según Rajoy, la corrupción afecta a la imagen de España. “Toda corrupción lesiona la democracia y desacredita a España” y afirmó que le “repugna que haya casos”, pero, que al mismo tiempo, le enorgullece que “fiscales, jueces y fuerzas de las seguridad del Estado luchen contra ellas”.
Tras recordar que su Ejecutivo impulsó ya un conjunto de actuaciones entre las que destacó la Ley de Transparencia, Rajoy propuso un gran pacto contra la corrupción no sólo en los partidos políticos, sino también en los sindicatos y las empresas.
Se trata, en palabras de Rajoy, de un mayor control sobre los partidos, sus cuentas y su gestión. Y, por eso, anunció que su Gobierno trasladará un proyecto de Ley Orgánica de control financiero de los partidos que propondrá “más instrumentos al Tribunal de Cuentas y más exigencias a los partidos”.
Previamente a la corrupción, Rajoy centró prácticamente todo su discurso a la crisis y, entre otras cuestiones, anunció que a partir del próximo año los autónomos y las pymes no tendrán que adelantar el IVA de facturas no cobradas.