A esa hora, mediante un SMS, la jefa de prensa de la Alcaldía anticipaba el dato que daría el propio Abel Caballero cuando se dirigió a los congregados: “se estima que hay más de 300.000 personas”. En su discurso, Caballero agradeció a los presentes su esfuerzo por haber acudido a defender la identidad de Vigo. “Estamos aquí toda unha cidade unida: trabajadores, empresarios, profesores, comerciantes, estudantes, homes e mulleres do granito e do naval ou a automoción hoxe está aquí todo Vigo!”
El alcalde, que había pronosticado por la mañana que habría decenas de miles de personas, aseguró que “amosamos a nosa fortaleza, este é o noso orgullo e o noso dereito a que non sexa truncado o noso futuro como motor de Galicia”. Caballero añadió que con esta prueba “decimos que nunca máis intentarán quitarnos o que é noso Nunca Máis!” añadió entre los aplausos de los miles de personas que abarrotaban la Porta do Sol.
“Estamos todos, hai máis de 300.000 personas!” y recalcó que mientras la cabecera ya había llegado al final, la cola de la manifestación aún bajaba por Urzáiz. Y no le faltaba razón: pasadas las 9, minutos antes de que se iniciara el discurso, las últimas pancartas aún estaban a la altura de Vázquez Varela y tardaron algo más de veinte minutos en llegar a Policarpo Sanz.
Entre los asistentes, además del grupo municipal socialista en pleno, estaban el secretario comarcal de Comisiones Obreras, el ex alcalde Manoel Soto, miembros de las ejecutivas socialistas de Baiona y Redondela , los diputados Abel Losada y Manuel Gallego o representantes del UGT, que acudían a la manifestación a título particular pues la central sindical ya ha dado su visto bueno a la fusión.
A última hora, los dos partidos que se oponían a la manifestación, PP y BNG, hacían una estimación de participación de entre 5.000 y 20.000 personas, mientras que varios agentes de la Policía Local indicaban que se habrían reunido entre 30.000 y 50.000 vecinos.