Italia vota ya en la primera de las dos jornadas de elecciones generales que se celebran hoy y mañana, unos comicios que fueron adelantados dos meses tras la dimisión en diciembre del primer ministro, Mario Monti. Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 8, y no cerrarán hasta las 10 de la noche, para facilitar el voto a los algo más de 47 millones de italianos que están llamados a las urnas.
A las papeletas de los millones de personas que acudirán a los colegios electorales hoy y mañana habrá que sumar el de los algo más de 3,5 millones de italianos residentes en el extranjero, que ya han ejercido su sufragio por correo enviado a sus consulados.
Los últimos sondeos, que datan de hace 15 días, puesto que la legislación electoral impide su difusión a partir de las dos semanas más próximas a la jornada electoral, daban una ligera ventaja a la coalición de centro izquierda liderada por Pierluigi Bersani, pero marcaban la existencia de hasta un 30% de indecisos, por lo cual el resultado de los mismos no despejó las dudas sobre quien podría alzarse con la mayoría.
El diario Corriere della Sera informaba el pasado viernes de que los partidos están preocupados ante el ascenso imparable de la antipolítica del cómico Beppe Grillo y su Movimiento 5 Estrellas, que ha desbancado del segundo lugar en las intenciones de voto al ex primer ministro el esperpéntico Silvio Berlusconi.
Además, parece que se aleja la posibilidad de que el primer ministro saliente pueda repetir mandato, lo cual plantearía un problema a Bersani: la imposibilidad de que un acuerdo con Monti le garantizase la mayoría necesaria en el Senado.
Estas elecciones, en las que el lunes se votará de 7 de la mañana a 3 de la tarde, llegan después de una campaña electoral carente de debates de los principales candidatos y que se ha jugado, sobre todo, sobre la necesidad de no malograr la confianza recuperada con el Gobierno Monti y revisar el sistema fiscal, en particular el impuesto sobre la vivienda habitual.
