Son una docena de empleadas del servicio de limpieza del Alcampo de Coia que ha sido despedidas al cambiar la concesionaria, que ha incumplido el convenio colectivo al no subrogar a los trabajadores anteriores. Por eso, por tercer día se han manifestado junto a otras 300 personas delante de las puertas del hipermercado.
Las 12 trabajadoras han sido sustituidas por personas con minusvalías de empleadas por Amil Lago que cobran un salario base de 633 euros, muy inferior al que cobraban las empleadas en la concesionaria anterior, con lo que se ahorrarán unos 90.000 euros al año.
Los sindicatos se reunirán el 17 de febrero con la patronal para hablar de lo ocurrido y han solicitado un encuentro con Traballo. En caso de no llegar a acuerdo llevarán el caso a los juzgados por considerarlo un despido improcedente.