La Casa del Rey pagó con fondos públicos las obras de mejora y reforma de la finca La Angorrilla, en la que, durante casi cinco años, han pasado largas temporadas la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, íntima amiga del Jefe del Estado, y uno de sus hijos, según publica este jueves El Confidencial, citando “fuentes muy cercanas a La Zarzuela”.
La casa, situada en el monte de El Pardo de Madrid, en una zona vigilada y de acceso restringido, fue rehabilitada “en gran parte”, con cargo a los presupuestos de Patrimonio Nacional. Al parecer, las obras de mayor importancia se iniciaron en 2006, “coincidiendo con el momento en que la relación entre el jefe del Estado y la aristócrata alemana se hace más estrecha”, indica El Confidencial, añadiendo que, hasta entonces, para acceder a la mencionada finca es necesario ir en todoterreno, pues solo es accesible por una pista de tierra.
Entre 2006 y 2009, las entradas a la misma se asfaltan, se construye una piscina de verano, se arregla el tejado y se transforma el jardín; de 2008 a 2012, se amplía la piscina de verano, se edifica un garaje, se hace una segunda piscina, mientras que la primera es cubierta para que pueda ser usada durante todo el año.