Nuevas especies, respeto por la sostenibilidad y defensa de las artes tradicionales. Esos fueron los argumentos que esgrimieron este viernes, en la primera de las Sesiones Técnicas de Vigourmet, la Feria Gastronómica que, desde hoy y hasta el domingo, celebra su primera edición en la ciudad, la ex ministra Espinosa, el responsable de la Cofradía de Cangas, David Fernández, y el cocinero Kike Piñeiro.
La ex ministra de Pesca y ex presidenta del Puerto, Elena Espinosa, recalcó que el sector pesquero tiene que regirse ya, “ineludiblemente”, por coordenadas de “sostenibilidad ecológica, biológica y social” como única manera, tanto de garantizar la regeneración de los caladeros, como para salvaguardar la calidad de sus productos, “que nos ha situado en cotas muy altas a nivel mundial”. Espinosa señaló que, de la misma manera que en el último medio siglo ha habido cambios importantes en el ámbito de la calidad, “España es el segundo país de la Unión Europea en calidades diferenciadas”, las comúnmente conocidas como Denominaciones de Origen, y también se ha avanzado de manera notable en la seguridad en el mar, “es imprescindible seguir adelante en el respeto al medio ambiente”.
De la misma opinión es David Fernández, Gerente de la Cofradía de Cangas, quien recordó que la pesca es “un factor clave en el desarrollo económico de Galicia” y apostó por las artes tradicionales de pesca, recordando que hoy en Galicia hay 4.190 embarcaciones que se dedican a la pesca artesanal, “600 de ellas en la Ría de Vigo”. Fernández recalcó que “ la captura de la robaliza, el choco, la almeja o la nécora”, que se sacan dentro de la ría, “es completamente respetuosa con el medio ambiente” y, además, contribuye a “mantener la calidad de los productos que proceden de la zona costera gallega, que es de las más productivas del planeta”.
El gerente de la Cofradía de Cangas insistió que la pesca artesanal es una “pesquería de sustento, de manera que la tripulación de las embarcaciones son el padre, la madre y los hijos”, que viven de los ingresos que les da esta actividad. Por ello, criticó la existencia de cuotas que llevan a “tonterías” como el tener que devolver al mar “piezas que ya están muertas porque están malladas” y exigió a las Administraciones que “la pesca artesanal en aguas interiores esté exenta de esas cuotas”.
Por último, el cocinero Kike Piñeiro, Premio Nacional de Gastronomía y declarado “enamorado” del mar, “soy hijo de marinero muerto en la mar y nieto de cocinero de barco”, reivindicó a estos como “verdaderos cocineros internacionales, puesto que llevan nuestra gastronomía por todo el mundo”. Kike abogó por un “cambio en la cultura gastronómica” de manera que “nos adaptemos al tiempo y la realidad”, abriéndonos a nuevas variedades, “y escapándonos de pedir, a la hora de comer, siempre los mismos pescados” y, casi siempre cocinados de la misma manera.
“Hay especies que son inmejorables en sabor y hay formas distintas de prepararlas”, y a eso es a lo que se dedicaba, hasta ahora, colaborando con ‘Bemboa’ en Currubedo- una cetárea donde es posible elegir el pescado y llevárselo, elegirlo y pedir que te lo cocinen, cocinarlo en el propio lugar o pedir que te lo preparen en el restaurante- y a lo que se dedicará en un “nuevo proyecto de mar”, que está a punto de acometer y que esperó que le permita conseguir que los clientes se abran a nuevos sabores, “una navaja como se cocina desde siempre, está bien…pero yo propongo una navaja que ‘trisque’, que sepa a mar”, comentó.
