El dato lo ha dado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y así se refleja en su estudio “Impuestos sobre salarios 2013”, difundido estos días. De acuerdo con el mismo, son los españoles que tienen una nómina quienes están pagando el saneamiento de las cuentas públicas, aguantando una presión fiscal sobre los rendimientos del trabajo, que es la cuarta que más ha subido entre los 34 países de este organismo y que ha hecho de España, pese a que su salario medio no llega a los 20.000 € a anuales, el duodécimo con mayor fiscal sobre los asalariados.
Los impuestos sobre el trabajo se han incrementado especialmente para los solter@s y sin cargas familiares: ell@s sufren el mayor incremento fiscal a l@s trabajador@s por cuenta ajena de toda la OCDE…y eso que cobran entre un 50 y un 67% del salario medio en España. Por supuesto, también han aumentado, eso sí, en menor medida, las cargas a las parejas con hijos, independientemente de que entren uno o dos salarios en el hogar.
Este aumento de los impuestos sobre las nóminas ha sido la alternativa a la lucha contra el fraude fiscal, la investigación de los ingresos de profesiones conocidas como ‘liberales’ o el aumento de las inspecciones a las grandes empresas, que han elegido, primero el gobierno de Zapatero, durante su último año y, en mayor medida, el de Rajoy, durante el primero, de manera que, de acuerdo con las estadísticas oficiales, en esos dos años, la carga sobre las nóminas ha crecido más en España que durante toda la década anterior.