Una docena de vehículos de la Policía Nacional, agentes de la Policía Autonómica, parte de la Alcabre cortado, miembros de la Policía Local desviando el tráfico, presencia policial en la Avenida de Samil, en la playa situada junto al Museo do Mar, en varios puntos altos cercano al mismo, en su exterior y un helicóptero sobrevolando el lugar.
Este era el dispositivo montado este miércoles, desde antes de las 11, en el lugar al que se dirigía el presidente de la Xunta para la presentación de los modelos eléctricos de las furgonetas Berlingo y Partner, que se fabrican en la factoría de PSA Peugeot Citroën en Vigo.
La ‘amenaza’ contra Alberto Núñez Feijóo eran alrededor de 20 afectados por la compra de Preferentes, casi en su totalidad mayores de 65 años, que se congregaron a ambos lados de un tramo de apenas 10 metros de la Avenida Atlántida. Los ahorradores iban ‘armados’ con pancartas y varias bocinas, además de silbatos y algún bastón, vestían ropa de ‘camuflaje’ de color amarillo y desplegaron unos ‘amenazantes’ paraguas cuando empezó a llover.
Para blindar la integridad del presidente (Feijóo, no Obama), su coche iba precedido y seguido de sendos vehículos de seguridad y, una vez descendió del mismo, en el interior del Museo do Mar, a donde únicamente era posible acceder con la correspondiente acreditación de prensa o tras identificarse como periodista a la entrada, fue escoltado por varios guardaespaldas.
No es la primera vez que se adoptan unas medidas tan desproporcionadas ante la protesta de ahorradores: hace unos días, en Baiona, el número de agentes de la Policía Nacional, Autonómica, Local y de la Guardia Civil que ‘amparaban’ al presidente de la Xunta, duplicaba al de afectados que pedían que les devolviesen su dinero.